El Tetraedro es la conciencia que nos demuestra el Fuego de Dios

Corresponde al elemento fuego del FENG SHUI. El elemento que se reproduce en la materia. Se forma del cubo. Es el Toroide “Sexual”. Es la regeneración del campo Electromagnético. Es la luz del origen. Es el Gozo de la Creación de Dios. Es el diálogo interno, el silencio, la pasión intrínseca. Actúa sobre la red de colágeno (tejidos, ligamentos, articulaciones, huesos, piel). Maneja el calor. Lleva calor a un lugar o lo retira del lugar. Maneja la dirección. Es “elevar los ojos al alma”.

El hexaedro o cubo

Corresponde al elemento tierra del FENG SHUI. El cubo es la figura geométrica tridimensional poliédrica que siempre está en el interior del octaedro. Es la materia del espacio. Es la tridimensionalidad. Es la sensación del tiempo que avanza. Es lo que nos recubre, nos protege, nos da la sensación de peso y solidez. Nos da la capacidad de concreción. Es el cuerpo físico y específicamente, la célula. Es la protección. Estabiliza la materia, y asienta la energía en un lugar o proceso. Es la firmeza.

El octaedro

Corresponde al elemento metal del FENG SHUI. El octaedro es la figura geométrica tridimensional poliédrica que nace de los centros del cubo, y da paso a un cubo… es una figura intermedia, es un eslabón. O también, a razón de dos caminos, de dos decisiones, da paso a la esencia de Dios: al fuego. Es el intersticio, la matrix extracelular. Resuena con las comisuras del cuerpo. Da “aire”, “espacio” al sistema. Permite la movilización de la energía, hace fluir la energía. Es la vasopresina/concentra y contiene líquidos. Poliedro compuesto por 8 triángulos equiláteros. Se forman 2 pirámides de cuatro lados unidas en el infinito de la forma. Este poliedro tiene 8 caras, pero tiene 7 movimientos internos. Siete + el todo = ocho

El dodecaedro

Corresponde al elemento madera del FENG SHUI. Vivimos influidos por campos de carga del dodecaedro. Los toroides de la materia y las células ordenan su carga en la geometría del cubo (5 cubos forman el dodecaedro). Es la geometría del ADN. La Madre de la existencia. Es el éter como elemento que constituye a los demás. Exalta la relajación mental o física. Expande el campo etérico. Recuerda al ADN su función normal. Resuena con todo el aparato circulatorio y el corazón. Un dodecaedro estrellado es la red electromagnética de la tierra: la Red crística. Sus doce caras representan los doce arquetipos jungianos, y los doce signos astrológicos. El pentágono es el lenguaje de la emoción humana (hombre Vitrubio). Es la dopamina/sentimientos y placer. Representa al amor

El icosaedro

Corresponde al elemento agua del FENG SHUI. Poliedro compuesto por 20 triángulos equiláteros, contenidos en una esfera. En su interior se forma un dodecaedro. Es la figura platónica con más toroides internos. Es una estructura que sirve de base para la evolución de la vida. Se relaciona con el cuerpo emocional. Su actividad se expresa en el S.N.C. Genera movimiento y actividad. Detecta campos de interferencia en el biocampo (estetoscopio geométrico). Antiinflamatorio y analgésico. Recuerda la proporción correcta a la forma. Es contractivo. Es el Padre. Serotonina/función inhibidora y del dolor. Representa la voluntad. Aporta la adaptación a un nuevo medio.

Merkabah: El equilibrio

También llamado octaedro estrellado o estrella tetrahédrica (dos tetrahedros). Aunque no pertenece a los solidos platónicos, lo hemos incluido en esta sección ya que es usado como uno más de estos. Representa el campo contra rotatorio de luz que afecta al espíritu y al cuerpo de manera simultánea, logrando el paso de un nivel de conciencia a otro mediante la respiración controlada. Permite el equilibrio del Yin y el Yang Es amplificador de la red etérica para zonas de congestión o cicatrices, gran regenerador de tejidos y estabilizador de chakras. Se usa como estrella de protección sobre campos de bajas y altas frecuencias.

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